En 2014, Legorburu y Darren McColl, publicaron su libro “Storyscaping: Stop Creating Ads, Start Creating Worlds”(en español “deja de crear anuncios y empieza a crear mundos”), en el que aseguran que ha llegado el momento en que las marcas piensen acerca de lo que ha cambiado en el mundo del consumidor, y de cómo están utilizando el storytelling hoy.

Y es que ahora, el storyscaping busca llevar a los consumidores desde el viaje de la narración (storytelling) a vivir la historia de marca.

Esta tendencia busca un entorno de experiencias emocionales y transaccionales, en donde cada conexión inspira interacciones con otras, de manera que la marca se convierta en parte de la historia del consumidor. «El storyscaping se basa en el principio de conectar de forma eficaz a las marcas con los consumidores», afirma Emerson Gana, Director Creativo de Moov®.

«Una manera de verlo, es entender el porqué de la marca, junto con los deseos, necesidades de los clientes y el producto o beneficio funcional, conectados a través de experiencias y valores compartidos, que dan lugar a un «viaje de un protagonista» o cliente, en el que el producto forma una parte importante de la historia», agrega Emerson.

 

Para entender mejor el storyscaping, mencionamos algunos principios que lo diferencian del storytelling:

  • Cuenta la historia del protagonista: es decir el cliente
    •  Tradicionalmente, la marca era el héroe y el consumidor un espectador. El storyscaping propone dar  vuelta a este patrón y pide al usuario que adopte un papel activo.
  • Entorno multicanal
    • Se habla de un «espacio experiencial» en el que se desarrollan las historias, esto es, donde el cliente interactúa con la marca. En el entorno digital actual, este espacio experiencial puede adoptar múltiples formas y consumirse a través de una variedad de dispositivos.
  • La marca adopta un rol de mentor
    • Como dijimos, la marca ya no es el héroe y el consumidor el espectador. En su lugar, el foco del protagonismo pasa a estar en el usuario, que puede cambiar las historias y pasar de una a otra a través de sus acciones. La marca le acompaña en todo momento adoptando un rol de mentor.
  • Las historias nunca se dan por terminadas.
    • En lugar de contar una única historia con principio, desarrollo y final, lo que estamos haciendo es desarrollar un universo en el que el usuario puede interactuar con la marca y contar diversas historias, conectadas entre sí y en evolución continua. Siempre hay la opción de seguir avanzando.